La cadena ramificada de aminoácidos formada por leucina, isoleucina y valina, popularmente conocida como BCAA, constituye uno de los suplementos más útiles para frenar la degradación muscular subsiguiente al entrenamiento intenso o las deficiencias de la dieta y para aumentar la creación de nuevo músculo. Además son los principales aminoácidos oxidizados (o sea, utilizados como energía) en el propio tejido muscular y no en el hígado, lo que los convierte en el primer recurso para formar glucosa en caso de necesidad por agotamiento del glucógeno. Pero cuando eso ocurre se degrada el tejido muscular, que es la reserva natural de los aminoácidos ramificados.
Y aunque su principal función es el de aumentar y preservar la musculatura, también se han podido constatar sus beneficios como potenciadores del rendimiento de resistencia.
En concreto, los investigadores de la universidad de Virgina, EEUU, realizaron un estudio doble ciego y cruzado para determinar los efectos de los BCAA. Dos grupos de ciclistas bien entrenados y experimentados recibieron durante 15 días antes de la prueba suplementos de BCAA o un placebo, respectivamente.
La carrera consistía en 40 kilómetros y se pudo constatar que el grupo que recibió los BCAA mejoraron su tiempo anterior en 6,8 minutos, mientras que el grupo placebo sólo lo mejoró en 1,4. Ese estudio se repitió en la misma universidad administrando los aminoácidos sólo dos días antes de la prueba y no hubo mejoras significativas en el tiempo realizado.
Por eso actualmente los BCAA forman parte del arsenal de los deportistas de fuerza y de los de resistencia.