3 ELEMENTOS CUYO EXCESO EN LA DIETA SE CONVIERTEN EN VENENOS QUE HAY QUE EVITAR

3 ELEMENTOS CUYO EXCESO EN LA DIETA SE CONVIERTEN EN VENENOS QUE HAY QUE EVITAR

La mayoría de vosotros estáis preocupados con vuestra línea, para eso hacéis deporte, os entrenáis con rigor en el gimnasio y, en suma, vuestros objetivos son mantener un cuerpo exento de grasa y con un aceptable grado de muscularidad. Y por eso hacéis dieta, pero cuidado porque entre muchos de los alimentos habituales hay tres nutrientes cuyo exceso de puede convertir en venenos que hay que evitar.

Pues bien, de entre los muchos compuestos indeseables que la industria alimentaria utiliza, hay tres excesos que debéis erradicar: el azúcar, la sal y la grasa.

*La sal, o sodio, es uno de los elementos muy extendidos en nuestra alimentación y cuyo exceso es perjudicial.

En el cuerpo el sodio es el principal electrolito que actúa fuera de las células, mientras que el potasio es su homólogo en el interior de las mismas. Ambos interactúan en la transmisión de los impulsos nerviosos y controlan el nivel de líquidos en el cuerpo, tanto fuera como dentro de la célula. En otras palabras, la sal es indispensable para nuestro cuerpo, pero su exceso es muy perjudicial para la salud.

Durante la evolución del hombre nos hemos desarrollado en un entorno donde el potasio superaba ampliamente al sodio, fundamentalmente porque los alimentos que nos han servido para sobrevivir eran ricos en potasio y pobres en sodio. Incluso aquellos que se obtienen del medio salado por excelencia, el mar, contienen en su estado natural más potasio que sodio. Sin ir más lejos el salmón fresco contiene 100 partes de potasio por 17 de sodio. El atún fresco contiene 100/20, y si examinamos los alimentos terrestres la diferencia es aún mayor, así la harina tiene una proporción de 120/1 o la leche fresca 100/36.

Por tanto nuestra química corporal está habituada a esa proporción. Sin embargo, con el procesamiento industrial de los alimentos estas proporciones se han alterado muy drásticamente y el atún en conserva pasa a tener 100/330, el pan blanco comercial 100/570 y la mantequilla 100/3.600.

Como promedio en la naturaleza la proporción entre ambos es de 7/1 mientras que en la dieta actual se halla en torno a 1/3 y de ese exceso de sodio, o sal en la dieta se derivan muchos problemas de salud, desde la hipertensión, alteraciones cardiacas, cálculos renales, dolores de cabeza, fallo renal, etcétera.

*El azúcar es adictivo y cuando se consume de forma habitual origina una necesidad absolutamente desenfrenada hacia aquellos alimentos que lo contienen. Los efectos del azúcar en el cuerpo son múltiples y desastrosos y lo peor es que los gobiernos permitan campañas publicitarias que vienen a decir que el cuerpo y el cerebro lo necesita para su funcionamiento. Es totalmente engañoso, porque lo que el cuerpo necesita y usa es la glucosa, una forma de azúcar desde luego, pero no refinada, que puede obtener de las frutas y verduras, así como de cualquier tipo de carbohidrato.

El azúcar refinado está muy estrechamente vinculado al sobrepeso y la obesidad, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, la insulinorresistencia y hasta ciertos tipos de cáncer. Lo peor es que el azúcar está más extendido en la alimentación de lo que muchos creen, porque forma parte de cualquier tipo de pastel, helado y producto de bollería, así como de bebidas refrescantes, pero asimismo de conservas, comidas preparadas, enlatadas, carnes asazonadas y embutidos, salsas y aderezos como el ketchup y en numerosos otros platos que a priori no son dulces.

*El otro nutriente cuyo exceso en la dieta suele ser común es la grasa saturada. La grasa es un nutriente esencial en la dieta y para el mantenimiento de la óptima salud, pero hablamos de las grasas insaturadas que son buenas y que proporcionan ácidos grasa esenciales, como los omega 3 entre otros tipos, mientras que las grasas saturadas son perjudiciales para la salud y muy en especial las grasas trans, que están muy propagadas en la comida rápida y toda la industrial.

Los animales que nos han alimentado durante nuestra evolución contenían grasa, pero como éstos eran libres y salvajes sus niveles de grasa insaturada, como el CLA, era predominante, y ésta no resulta dañina sino beneficiosa, mientras que la saturada era muy poca. Pero en la actualidad el ganado casi no presenta CLA ni grasa insaturada mientras que los niveles de ácidos grasos saturados son muy altos.

La grasa saturada y la trans no sólo constituye un factor negativo para conservar una figura magra y libre de adiposidad, sino que está científicamente ligada a enfermedades cardiacas de todo tipo, la obesidad y la diabetes, así como ciertas patologías degenerativas y el cáncer.

La grasa trans está oculta en numerosos alimentos que no asociaríamos fácilmente con ella como sucede con embutidos, salsas, mantequillas, etcétera, sino que se halla en pasteles y dulces que se hacen con grasas animales y vegetales alteradas, como aceites hidrogenados de palmera o de coco, ácidos grasos con una configuración en trans que son de los más dañinos, y que por ejemplo constituyen hasta el 70% de los chocolates comerciales.

Creado el 15/02/2023

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