NUNCA DEBES COMER ANTES DE DORMIR

Este es uno más de los mitos que rodean a la pérdida de grasa en el entorno del gimnasio. Se lleva diciendo mucho tiempo y todo el mundo lo cree a pies juntillas. Pero no es cierto.

No es la mejor idea comer carbohidratos antes de acostarse porque eso estimula la producción de insulina, que bloqueará la liberación natural de la hormona del crecimiento (HC) que ocurre dentro de los primeros 90 minutos de sueño, y la HC ayuda a mejorar la masa muscular y a reducir la grasa del cuerpo. Por consiguiente, consumir hidratos de carbono antes de acostarse es desde luego una mala idea, pero sólo hasta cierto punto. Si no entrenas ese día o si lo haces durante la mañana o bien varias horas antes de la noche, entonces elimina los hidratos de carbono de la última comida del día si quieres reducir los acopios de grasa.

Sin embargo, si entrenas por la noche, es absolutamente necesario comer después del entrenamiento para acelerar la recuperación y el crecimiento muscular. Y esta comida debe incluir una porción de carbohidratos junto con proteínas magras. Saltarse la comida o ingerir simplemente proteínas inhibirá la reparación de los tejidos y por lo tanto perjudicará tanto la recuperación como el desarrollo muscular.

Además, los carbohidratos que ingieras después del entrenamiento llegarán a los músculos para reponer el glucógeno agotado y por tanto esto deja la cantidad de carbohidratos en la sangre bastante baja, y esos niveles más bajos de carbohidratos en la sangre (es decir, azúcar sanguíneo) favorecen el aumento de hormona del crecimiento que se produce durante el sueño.

De manera que si tu entrenamiento se produce a últimas horas de la tarde/noche, no dejes de incluir suficiente proteína así como una dosis moderada de hidratos de carbono, porque lejos de evitar que puedas definir tus músculos, estos carbohidratos te ayudarán a acelerar la recuperación del glucógeno sin inhibir para nada la producción de hormona del crecimiento y la definición muscular.