10 CONSEJOS DE DIETA PARA PERDER PESO

10 CONSEJOS DE DIETA PARA PERDER PESO

Todo el mundo quiere tener un cuerpo esbelto, bien esculpido y exento de grasa, pero pocos lo consiguen por desconocimiento de algunos fundamentos básicos acerca de cómo el organismo genera y degrada la grasa corporal.

Si seguís estos 10 consejos infalibles de dieta y entrenamiento podréis desprenderos del tejido adiposo y preservar, e incluso aumentar el magro, es decir la masa muscular.

¡Os lo garantizo!

Tanto hombres como mujeres buscan esculpir un cuerpo de infarto y eso sólo puede conseguirse reduciendo los niveles de grasa corporal al máximo. Se podría cometer el error de pensar que ese es un objetivo casi exclusivo de las mujeres, pero no es así, en realidad los hombres tienen tanto interés o más en librarse de la grasa, especialmente los que necesitan minimizar el tejido adiposo en sus deportes, o los que esperan poder lucir los músculos por los que tan duro se entrenan.

Sea como sea, el hecho es que librarse del exceso de adiposidad es algo que muchos persiguen y que no todos consiguen, por lo menos no en el grado deseado. Y la razón de que eso sea así es que no se siguen los protocolos adecuados y se obvian los mecanismos más elementales, pero aquí tenéis 10 consejos de dieta y de entrenamiento para hacer que el cuerpo elimine la grasa corporal.

Podéis estar seguros de que si los ponéis en práctica no sólo eliminaréis el tejido adiposo, sino que además lo haréis sin perder un ápice de tejido muscular, e incluso podréis mejorar un poco su adquisición.

1º Ignorad la pirámide alimenticia

Durante décadas las autoridades sanitarias que se supone que velan por nuestra salud nos han estado inculcando lo que éstas consideran que es la pirámide alimenticia idónea, una escala de valores de los tipos de alimentos que supuestamente constituyen la base de la buena alimentación, especialmente para mantener la óptima salud, evitar el exceso de peso y mantener a raya las enfermedades cardiovasculares y otras de tipo crónico supuestamente asociadas a la mala alimentación moderna, que ha dado lugar a dolencias que hoy se incluyen en lo que se ha bautizado como ‘el síndrome metabólico’.

Pero esa aseveración se ha demostrado una falacia, puesto que en las últimas décadas, a pesar de los esfuerzos realizados por la comunidad sanitaria y médica para que la población se alimente siguiendo esas reglas, el sobrepeso y la obesidad se han disparado así como las enfermedades cardiovasculares, la artrosis y la diabetes. De hecho existe mucha evidencia que sugiere que una dieta baja en grasa y alta en hidratos de carbono no evita precisamente la eliminación de la grasa corporal, sino al contrario favorece su formación, porque promueve constantemente niveles elevados de insulina y de paso propicia las enfermedades coronarias, entre otras dolencias modernas.

En la base de la pirámide alimenticia se encuentran los hidratos de carbono en forma de cereales, pasta, panes, harina etc.

Esa proporción de alimentos sencillamente es contraria a la alimentación con la que la especie humana se ha alimentado y evolucionado durante cientos de miles de años y no es la más adecuada para nuestros metabolismos.

2º Reducid el consumo de hidratos de carbono para minimizar la producción de insulina

Todavía son numerosos los hombres de medicina y los supuestamente expertos en nutrición que recomiendan para los deportistas, y también para los que no lo son, que la mayoría de las calorías de la dieta provengan de los hidratos de carbono. Sin embargo, lo mejor que podéis hacer es limitar la ingestión de alimentos tales como la pasta, los cereales, los panes o las patatas, simplemente porque los hidratos de carbono no proporcionan ningún elemento esencial para las funciones vitales del cuerpo.

Por ejemplo, las proteínas proporcionan aminoácidos y algunos son esenciales (eso quiere decir que son imprescindibles para el cuerpo pero éste no los puede fabricar por sí mismo y se deben obtener forzosamente mediante la alimentación), las grasas proporcionan ácidos grasos y algunos son también esenciales, pero no así los hidratos de carbono que proporcionan fécula y almidón y que tras su digestión acaban convertidos en glucosa, pero ésta no es esencial para el organismo, porque éste puede fabricarla a voluntad si lo necesita a partir de cualquier otro substrato, como grasas o aminoácidos.

Por consiguiente, debéis consumir fuentes de hidratos de carbono fibrosos y de bajo índice glucémico, porque son los que no elevan sustancialmente los niveles de insulina y por tanto no favorecen la formación de adiposidad.

La fibra no es un nutriente esencial, pero sí muy importante para la salud, por eso debéis incluir en vuestra dieta los hidratos de carbono de tipo fibrosos, como las verduras, las hortalizas y las legumbres (que proporcionan vitaminas, minerales y antioxidantes), pero reducir los hidratos feculentos y almidonados que disparan la producción de insulina, tales como la pasta, los cereales, los panes y derivados de la harina, el arroz blanco o la patata.

3º Aumentad la ingestión de proteína

Aseguraos de que en cada una de vuestras comidas, que por cierto han de ser al menos cinco o seis (de tamaño moderado) distribuidas a lo largo del día, se incluye una buena ración de proteínas.

Las mejores fuentes de éstas las encontraréis en los pescados y mariscos, los huevos, las carnes magras de res, las aves de corral y también en las concentraciones en polvo de proteína de suero. Los lácteos también aportan proteínas, pero a la hora de reducir los niveles de grasa, es mejor eliminarlos, porque éstos tienden a generar formación de adiposidad, sin hablar de las posibles reacciones a la lactosa.

No obstante, evitad las carnes procesadas, así como cocinar con salsas y grasas. Mejor usad la plancha y la parrilla para cocinarlas.

Las proteínas no sólo constituyen los bloques estructurales de todos los tejidos, en especial de los músculos que constituyen la reserva de aminoácidos del cuerpo, sino que además ayudan a acelerar el metabolismo porque su digestión conlleva un gasto metabólico (gasta calorías), por lo que con su consumo es más fácil eliminar la grasa corporal.

Y no olvidéis que las formas y contornos del cuerpo os lo proporcionan los músculos, por tanto dad prioridad a las proteínas en vuestra dieta para perder peso.

4º Decid no a las dietas sin grasa

Como decía al principio, todavía existe una gran cantidad de prensa y presión para que los deportistas y todos aquellos que quieren cuidarse sigan una dieta exenta de grasa y abundante en carbohidratos, lo cual es un grave error.

Por supuesto, es necesario evitar a toda costa las grasas trans y las saturadas que se encuentran en los alimentos procesados y en la comida rápida, o las conservas, los embutidos, la repostería y cualquier producto de bollería industrial, así como la grasa animal, tal como el tocino, el beicon y las hamburguesas comerciales.

Sin embargo, existen numerosos estudios que ponen de manifiesto que una dieta moderada en grasas saludables, tales como los frutos secos, el pescado azul, los aceites vegetales, los aguacates, o incluso algo de grasa saturada como la que contiene la carne roja y las yemas de los huevos, no sólo es saludable, sino que es muy productiva para el desarrollo muscular (favorece la producción de testosterona) y para activar la eliminación del tejido adiposo.

5º La dieta para perder peso ha de contener numerosas pequeñas comidas

Ahora ya sabéis con qué tipo de alimentos conformar vuestra dieta para perder peso, pero si eso es relevante, no lo es menos cómo administrarlos, porque se ha demostrado que cuando se ingiere una gran cantidad de calorías de una vez, además de forzar el sistema digestivo, existe una gran probabilidad de que una buena parte de éstas acabe convertida en tejido de reserva, o sea como grasa corporal.

La mejor alimentación es aquella en la que los alimentos se distribuyen en numerosas pequeñas comidas a lo largo del día, porque el cuerpo las puede procesar mejor, no quedan excedentes para convertirse en grasa, el sistema digestivo no sufre esfuerzo y además como cada vez que se come por ese proceso se eleva un poco la tasa metabólica y se queman calorías, al final del día se puede eliminar una gran cantidad de tejido adiposo tan sólo por distribuir la misma cantidad de alimento en numerosas pequeñas comidas, en lugar de en las tres tradicionales.

Recordad: no se trata de comer más calorías, sino de consumirlas más divididas.  

6º Haced el cardio por las mañanas y mejor si es HIIT

Numerosos estudios han demostrado que hacer el cardio por la mañana en ayunas constituye el mejor modo para eliminar el máximo de grasa corporal. Al levantarse, tras llevar muchas horas sin ingerir alimento el cuerpo tiene los niveles de glucosa muy bajos y por tanto se verá obligado a buscar una fuente alternativa de energía. Esa es la situación idónea para que el ejercicio cardiovascular obtenga la energía que precisa durante el cardio de la grasa almacenada.

Y si hacer ejercicio aeróbico o cardiovascular es muy saludable y útil para eliminar la grasa, hacerlo a ritmo moderado y estable, no es el mejor sistema. Los estudios más recientes en este campo, han demostrado que el sistema HIIT (High Intesity Interval Training) o Entrenamiento de Intervalos de Alta Intensidad, es el método de cardio más productivo para reforzar el sistema cardio-pulmonar, pero también el más eficaz para quemar grasas al máximo nivel.
Básicamente el HIIT consiste en realizar picos de actividad a la máxima intensidad posible, seguidos de lapsos algo más prolongados de actividad moderada. Por ejemplo, si vuestra elección para hacer cardio es la cinta o correr directamente, entonces después del calentamiento hacéis un pico de 30 segundos en los que correréis a vuestra máxima capacidad y luego seguís durante 60 segundos a un ritmo moderado, antes de volver a repetir otro intervalo de máxima intensidad y así sucesivamente hasta cumplir con el tiempo programado.

Un consejo útil para los que además quieren preservar la masa magra, es ingerir antes, durante y después algunos aminoácidos, o glutamina y BCAA con agua, para evitar el riesgo de poder caer en el temido catabolismo y preservar a ultranza la masa magra (músculos) que de otra forma corre el riesgo de ser usada para producir energía.

7º El entrenamiento pesado también estimula la degradación de la grasa

Ni que decir tiene que el entrenamiento con pesas es el idóneo para activar el crecimiento de los músculos y por consiguiente el único que puede proporcionaros el cuerpo con esas curvas y musculatura imponente que deseáis, pero sus beneficios van más allá y entran en el marco de la eliminación del tejido adiposo también, porque está de sobras comprobado que el tejido muscular al ser altamente activo consume muchas calorías para su mantenimiento porque acelera el metabolismo, incluso en estado de reposo. Dicho en otras palabras, dos personas de igual peso corporal e idéntica actividad, aquella en cuya composición corporal haya una mayor masa magra (muscular) gastará/quemará al cabo del día bastantes más calorías que la otra que aún pesando igual tiene un menor índice de masa magra. 

Por tanto, tener una masa muscular destacable incide muy seriamente sobre la eliminación de la grasa corporal, ya que a más músculo, menos grasa.

Por consiguiente, diseñad vuestra rutina de entrenamiento de forma que promueva el incremento de la masa muscular mediante el uso de pesos elevados, porque eso también os ayudará a eliminar grasa. 

8º Usad las vitaminas, minerales y omega 3 para asegurar el buen funcionamiento del metabolismo

Tanto para ganar tejido muscular como para perder el graso es necesario que el cuerpo funcione correctamente, es decir que lleve a cabo sus funciones endocrinas y metabólicas con precisión, algo que no ocurrirá si presenta alguna deficiencia nutricional de elementos clave como son las vitaminas y minerales.

Estas sustancias que el cuerpo necesita en muy pequeñas cantidades no proporcionan ninguna caloría y por tanto no son lo que conocemos como material energético, sin embargo la producción de energía, así como cientos de otras funciones esenciales dependen de su presencia. Si el cuerpo fuese un motor, entonces los alimentos son el combustible, porque proporcionan las calorías, pero las vitaminas son las bujías que producen la chispa que permite que el motor utilice bien el combustible, o los fusibles que alimentan la parte eléctrica del motor. En otras palabras, estas sustancias son imprescindibles para que el cuerpo funcione con eficiencia.

Sin duda habréis oído hablar mucho de los ácidos grasos omega 3 y de sus propiedades, pues los hombres de ciencia todavía están aprendiendo más cada día sobre ellos. Entre otras muchas cosas, los omega 3 contribuyen a activar el metabolismo, mejoran la afinidad de la insulina y favorecen la combustión de las grasas.

Por consiguiente, aseguraos de incluir un buen suplemento vitamínico y mineral en vuestra alimentación, así como la inclusión de pescados azules en la dieta o bien un complemento nutricional de omega 3, porque con eso contribuiréis también a facilitar la reducción de la grasa corporal.

9º El estrés excesivo contribuye al sobrepeso

Puede que os parezca algo raro, pero existen no pocos estudios que ponen de relieve que el estrés impide que el cuerpo se libere de la grasa corporal.

La tensión física y psíquica excesiva produce no pocas alteraciones fisiológicas, entre ellas las de tipo hormonal, como la excesiva producción de cortisol, la hormona del estrés que destruye la masa muscular y reduce el ritmo metabólico, o el agotamiento de las glándulas adrenales y el exceso de producción de catecolaminas, que entre otras cosas actúan sobre el tejido graso de reserva que como consecuencia de la sobre-exposición se vuelve refractario e insensible a éstas y cada vez es más difícil librarse de él.

Recordad que la grasa corporal cumple numerosas funciones en el organismo, una de ellas es la reserva de calorías para asegurar la supervivencia en momentos de escasez de alimento, pero también la de servir de almacén de toxinas, para evitar que éstas circulen en la sangre. El tejido graso, en especial el pardo, se vuelve resistente durante periodos de estrés agudo.

De manera que durante vuestro programa de pérdida de peso, intentad relajaros para que resulte más fácil lograr eliminar la grasa y definir la musculatura.

10º Utilizad un quemagrasas que asegure los mejores resultados

Es un hecho que cuando el metabolismo actúa bien, éste utiliza mejor las calorías que consumimos y por tanto se acelera la combustión de los depósitos grasos existentes y se minimiza la posibilidad de generar nuevos incrementos de adiposidad.

El equipo de investigadores de Future Concepts ha desarrollado el quemagrasas TH 101, un producto que ha sido concebido para actuar en cuatro frentes distintos contra la grasa, pero relacionados entre sí:

A) activa la tiroides y el funcionamiento del metabolismo.

B) aumenta la termogénesis, proceso por el cual el cuerpo quema más calorías para producir calor corporal las 24 horas del día, incluso en estado de reposo.

C) incrementa la utilización prioritaria de las grasas como combustible energético, evitando así la nueva acumulación de tejido adiposo.

D) preserva la masa muscular y fomenta la síntesis de nuevos tejidos.

Estas cuatro funciones revisten un gran interés para toda persona que busque librarse del sobrepeso y el exceso de grasa, en especial para atletas y culturistas, porque permiten ir gradualmente deshaciéndose de las grasas e incrementando la masa muscular al mismo tiempo.

Entremos un poco en el detalle.

La primera acción del quemagrasas TH 101 es suministrar al cuerpo los elementos que éste precisa para la formación de las hormonas tiroideas. Por supuesto que no hablamos de una aportación química de hormonas ni de ninguna otra sustancia sintética, sino simplemente de facilitarle aquellas materias primas naturales que han de estar presentes para que la glándula tiroides efectúe la síntesis hormonal. Básicamente el TH 101 proporciona el aminoácido L-tirosina que constituye la materia prima de la que luego se forma en el cuerpo la hormona tiroidea, la tiroxina, pero también hace una importante aportación en yodo, que es el segundo elemento esencial para que la tiroides funcione correctamente. Sin este mineral el cuerpo no puede fabricar hormonas tiroides, tenga o no la materia prima para ello. En este mismo sentido el cobre es otro nutriente que interviene en la formación de varias coenzimas necesarias para diversos menesteres y entre éstos la síntesis de tiroides, por eso es otro compuesto que entra aquí en acción.

Por consiguiente, con la aportación de esos tres nutrientes el TH 101 proporciona al organismo, y más en concreto a la glándula tiroides, las sustancias que ésta necesita para funcionar correctamente. Y, repito, una tiroides activa es esencial para quemar grasa y generar tejido muscular.

Veamos ahora otra acción interesante.

La termogénesis es un proceso natural por el cual el metabolismo emplea las calorías para generar temperatura corporal, de manera que el simple hecho de elevar esa temperatura unas décimas significa muchas calorías más gastadas al cabo de las 24 horas del día, puesto que incluso estando en reposo o durmiendo, el gasto calórico es mayor.

En ese sentido, el quemagrasas TH 101 incorpora varios substratos botánicos que coinciden en elevar la termogénesis o producción de calor. Eso significa que aunque no hicierais ejercicio ni dieta, con el simple aumento del gasto calórico para producir temperatura corporal que provoca el TH101, se irían eliminando paulatinamente los depósitos de grasa.

Pasemos ahora a otro proceso igualmente interesante.

El cuerpo puede usar indistintamente la grasa o los carbohidratos (glucosa) para producir energía; bueno de hecho ante la ausencia de cualquiera de éstos puede también llegar a utilizar hasta las proteínas. Aunque prioritariamente se inclina por los hidratos de carbono porque son más fáciles de quemar, pero cuando necesita producir energía y no dispone de carbohidratos (glucosa) entonces tira de la grasa, por tanto, como hemos visto ya, una reducción de hidratos de carbono en la dieta, especialmente los feculentos, es siempre aconsejable para reducir la adiposidad. Ese proceso se conoce como lipólisis, cuando el cuerpo se decanta por la grasa como combustible principal para producir energía.

Para activar esa función el TH 101 dispone de varios ingredientes botánicos y muy precisos que actúan en sinergia y estimulan la liberación de los ácidos grasos del tejido de reserva para que sean empleados con prioridad como fuente energética.

Otra acción muy interesante del quemador de grasa TH 101 es que evita la formación de más tejido adiposo como consecuencia de los posibles excedentes procedentes de los carbohidratos de la dieta.

Aunque químicamente los hidratos de carbono no son grasa, se ha demostrado que cuando se ingieren y no son quemados para producir energía, éstos acaban convertidos en el hígado en triglicéridos de reserva, o sea en grasa corporal. Future Concepts ha incorporado un ingrediente muy particular al quemagrasas TH 101, se trata del ácido hidroxicítrico, que evita esa conversión, de manera que si los músculos no queman los hidratos de carbono como combustible, entonces o bien se almacenarán como glucógeno o se eliminarán, impidiendo así que se conviertan en grasa.

Aparte de estas acciones que acabamos de ver, la perfecta fórmula del quemador de grasa TH 101 también posee cierta actividad diurética y ayuda a eliminar el exceso de líquido retenido bajo la piel, así como también evita la curva alta de insulina que suele acarrear problemas de picos de hambre, de bajones de energía y de más generación de grasa corporal.

Llegados a este punto final, quiero poner el acento en un ingrediente muy especial del TH 101, que además de acelerar la eliminación de la grasa, aumenta la síntesis muscular. La clave de esta sustancia es que activa el monofosfato ciclíco de adenosina (AMPc) en las células, se trata de un segundo mensajero que fomenta también la síntesis de proteínas en las mismas, lo cual propicia la preservación y creación de más tejido magro o masa muscular.

Esta doble acción se genera por varios mecanismos, pero lo destacable es que impide que durante los periodos de dieta estricta para perder peso se pierda también tejido muscular, algo bastante habitual y que deja un físico fofo, blando y más pequeño. Pero lo mejor no es que el TH101 impida perder tejido magro durante la dieta, sino que incluso permite que éste se incremente durante ese periodo se incorpora el entrenamiento adecuado.

En resumen, que los 12 ingredientes que componen la fórmula del quemagrasas TH 101 bloquean por diferentes medios la formación de grasa, además de activar la eliminación de la ya existente y favorecer la preservación e incluso el incremento de la masa muscular.

Podéis echar un vistazo al producto y obtener más información en https://olympus-on-line.com/es/inicio/4-termogenico-th101.html

Seguid estos 10 consejos de dieta y de entrenamiento y os libraréis de la grasa

Os aseguro que si seguís una estrategia fundamentada en estos 10 consejos infalibles que acabamos de revisar, no pasará mucho tiempo antes de que veáis como la grasa subcutánea empieza a desaparecer como por encanto, dejando a la vista ese cuerpo esbelto de curvas tersas y músculos definidos por los que tanto os habéis esforzado.

Cuando desaparezca la adiposidad que ahora cubre vuestra musculatura, reflejaréis una imagen tan distinta y espectacular en el espejo que nunca más volveréis a dejar que la grasa os tape de nuevo.

¿A qué estáis esperando para descubrir ese fantástico físico que lleváis dentro?

Creado el 13/08/2018 Nutrición saludable

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